jueves, 26 de enero de 2012

llamémoslo aquí y ahora.





esa luz que perseguimos
y añoramos
cada día de nuestras vidas

esa que tanto nos libera

esa que tanto nos duele

no sé cómo llegar
y créeme:
no quiero
créeme cuando te digo
que simplemente
lo necesito

esa luz que nos destruye
y sin embargo añoramos
cada día de nuestras vidas

cada
día
de
nuestras
v
i
d
a
s


.

miércoles, 18 de enero de 2012

redefiniendo los puntos cardinales.






siempre estoy a punto de marcharme,
no sé con quién ni hacia dónde,
nunca me ha importado.

nunca me había importado...

puede que crecer sea solo
aceptar el movimiento,
la interrogación abierta,
el viaje sin destino,
el laberinto de la búsqueda,

ya sabes, crecer y
tener un carnet de identidad
con fecha y lugar de nacimiento,
describir la realidad con números y letras,
con metáforas a ratos,
acumular experiencias y vidas que escuchen
desde el principio tu historia,

crecer 
y tener nombre y apellidos,
cuenta bancaria, comida favorita,
lugar de domicilio,
matrícula de coche,
un regalo de reyes que nunca recibiste,
un libro preferido, una película,
uns cuantas manías y sueños,
silencios de más y dinero de menos,

un primer amor, un primer beso,
un primer polvo, una última borrachera,
un accidente, una cicatriz, 
un beso pendiente, un viaje,
unas cuantas fracturas de corazón,

tener fotografías, fechas,
souvenirs, títulos, tarjetas,
facturas, anécdotas,
palabras, imágenes,
bocas, pieles, miradas
que te definen
y te recuerdan qué ha sido de ti
hasta ahora,


y sin embargo tú
tienes la sensación de que
aún no sabes quién eres,
y no sabes qué hacer
con todo eso, 
¿para qué servirá
todo eso?
si te preguntas
qué hay detrás de esos ojos
que te miran desde el espejo
y día a día te interrogan:

"eh, tú, 
¿a qué demonios 
estás esperando?"

siempre estoy a punto de marcharme,
no sé con quién ni hacia dónde,
nunca me ha importado.

"eh, tú, 
¿a qué demonios  
estás esperando?"

nunca me había importado...








domingo, 8 de enero de 2012

habrá que apagar las luces.





supongo que ahora es cuando
se cierran las bocas, las puertas,
los sueños, las piernas,

pero aquí
eso siempre da igual, no importa
que sea domingo,
que hayan vuelto
a arrancarme la poesía
sin pedir permiso.

estoy acurrucada
hundiendo mi fragilidad
en la misma esquina
del sillón de siempre,
buscando el aire más allá
de esas cuatro paredes,

estoy agachada
sintiendo la hierba bajo mis manos,
vomitando gritos, temblores, miedo,
luces que se estrellan contra el suelo,
estoy mojándome los dedos
con la humedad de la noche,
mojándome los ojos
con la humedadad de dentro,
empañando la luna,
las manos, el rostro bañado
de ríos negros,
hundiendo la cabeza
entre mis brazos,
hundiendo los sentimientos
en espacios vacíos,

nadie sabe nada
de todo esto,
nadie sabe cuánto demonios duele
todo esto,

nadie me situaría aquí,
ahora,
agachada con un poema
que se agita nervioso
en la boca del estómago,
agachada en mitad del césped,
del mundo, del corazón,

nadie sabe cuánto duele,
y no importa,
habrá que dejar de sentir
por un rato,

supongo que ya es hora
de apagar 
las luces.


martes, 3 de enero de 2012

romper las 3 palabras: reloj, calendario y silencio.





no sé qué hago aquí, 
sacudiéndome por dentro,
persiguiendo una razón
capaz de arrancarme 
este aguijón de todo y de nada,
no sé qué hago aquí
cuando la luz aplasta
cualquier palabra diminuta y azul

debería alguien educar mis silencios
porque quise decir tanto,
tan urgente e importante,
tan eléctrico y voraz,
y finalmente acabé
diciendo nada

pero tú lo sabías
quizás sabías
todo lo que no podía decir,
quizás supiste
que regresaría, una vez más,
con el alma en los bolsillos
y sobre los labios el brillo
de algún segundo mal pronunciado,
sabías que huiría
hacia la página en blanco

no sé qué hago aquí,
que me dejen descubrir
qué es esto,
yo que solo supe hacer 
unos cuantos movimientos
previsibles, inertes, automáticos,

yo que tengo miedo a destruirlo todo
y entonces solo
acierto a huir,
saco las llaves y avanzo,
un pie tras otro,
subiendo un escalón más
hacia abajo,
y entre las sombras
no entiendo qué es eso
que sigue brillando,


yo que cierro la puerta
cuando solo querría
parar el mundo entre tus brazos,
perdóname este maldito
t i c, t a c,


que tengan piedad los calendarios, 
que se siga deslizando 
alguno de esos versos torpes
que quise escribirte en la nuca
mientras te alejabas,


t i c, t a c,
algún día traicionaré el vocabulario,
le daré un golpecito al reloj
cuando se me atasque la realidad
y parpadee buscándote
en cualquier tiempo verbal


t i c, t a c,
no sé, 
y aunque tú no lo sepas,
buscaré de manera recurrente
el oxígeno en un recuerdo,


t  i  c -
tac,
solo sé
que un día empezaste a ser
una medida de tiempo,
y solo ahora sé, 
solo sé,
que nunca vas a dejar
de ser
e t e r n o .