miércoles, 30 de enero de 2013

Somos frágiles, hay una canción que lo repite...



Y así van cayendo pedacitos de Perfopoesía Sucia. Para empezar:




lunes, 28 de enero de 2013

vaya manera tan estúpida y tan necesaria...


óxido.

vaya manera tan estúpida 
y tan necesaria 
de amar 
la libertad que descansa
en el fondo del vacío.

y entonces
qué y quién…

sentir es aceptar
que no tenga sentido.

desordenar, romper,
ponerse de puntillas en el borde
de algún silencio,
raspar la habitación vacía
buscando cielo.

la serpiente persigue
tus piernas infinitas.

algunas lenguas
santificarán tus heridas.

ahora te mira
desde su avión de papel,
te mira.

cebolla y sangre.
y cubos de basura.

y después estarás
solo tú
y después...

sentir es aceptar que, 
probablemente, 
no tendrá sentido.

un puño de luz, 
un golpe seco
remueve tus vísceras.
hacía tiempo que
nada y que nadie…

pones la palma de la mano
justo encima,
rebañas los restos. 

estás preparada 
para una nueva fuga
de libélulas azules.

vaya manera 
tan estúpida 
y tan necesaria...


jueves, 10 de enero de 2013

Tú, 22 años.





Azul.
Sujetabas mi mano
porque era pequeña y la vida
me quedaba demasiado grande.
No sé explicar mis 22 años
si no es contigo cosida
a cada recuerdo cotidiano:
desayunar, poner la mesa,
sentarme en el sillón,
lavarme los dientes,
entrar y salir de casa
o escucharte decir, cada noche,
¿qué ponen hoy en la tele?
Sujetabas mi mano,
me acompañabas al colegio
en el asiento de atrás del coche
y, por aquel entonces,
yo no sabía qué significaba
desaparecer.
Tampoco lo sé ahora.
No sé aceptar la lejanía
de alguien que siempre va a estar cerca.
Lo que amamos nadie debería
arrancarlo nunca de nuestro lado
mientras estemos jugando
a esto de existir.


Blanco.
Olor a hospital.

Suelos que pisan fantasmas.

Habitaciones prestadas.

Cuerpos de paso.

La calefacción no basta,
todo es extremadamente frío.
Me cruzo con él en el pasillo
y pienso que es demasiado joven
para mirarme con tanta tristeza.

Ella ya no es ella,
no puede mirarme.

Los colmillos de la vida 
arden
en una habitación de paso.


Gris.
Hace mucho frío fuera de la habitación.

Me meto las manos en el corazón y
tampoco encuentro calor ahí dentro.

Los versos de hojalata van rodeando mi nuca.

Todo se ha parado en esta intersección.

Junto los pies, aprieto los labios,
me siento en la acera.

Todos son ajenos a todo.
Todos somos
nadie más.
Todo sigue, paso a paso.

Este sol me da asco.


Morado.
Se va mientras algo está naciendo.
Como si algo demasiado grande buscara su hueco.

Se tocan los días más felices 
y más tristes de mi vida:
Un llanto en la espalda de la oscuridad
y otro en el vientre de la luz.

Me siento pequeña y torpe
por no haberte enseñado a tiempo
lo que he podido llegar a ser
cuando estabas conmigo.


Negro y marrón.
Tengo dos colores 
extendiéndose sobre mí.
Negro.
Marrón.
Tengo un sonido:
una puerta que se cierra.
Y otra.

Una puerta se cerraba 
y ni siquiera estabas ahí
para poder mirarte por última vez
mientras te marchabas
no sé
sintiendo qué
o llegando hacia dónde.
Te marchabas rápido, desnuda,
con las alas aberiéndose en el estómago.

La puerta se cerró.
Primero negro
y luego marrón.
Tú te expandías
sobre todo.


Azul oscuro.
Ya no sujetas mi mano.

Sujetas mi alma
porque vuelvo a sentirme pequeña 
y la vida se me queda demasiado grande.

La puerta se cerró
pero
aún me pregunto
si esa era una forma de ver
cómo te marchabas

o cómo te quedabas, 
definitivamente,
para siempre.



miércoles, 2 de enero de 2013

Ensúciate.




Para mí la poesía es más que poesía. Es una manera de vivir, de sentir que me salvo de mí misma y de todo. Es algo que necesito para ser yo. A veces creo que estoy hecha de carne, huesos y versos.

Este viernes voy a dar a luz a mi Perfopoesía Sucia. Me siento aún con más suerte sabiendo toda la gente tan preciosa que me va a ayudar a construir este universo que me ilusiona tanto.  Os cuento:

"Supone amar la poesía que se eleva y sobrepasa el papel, la poesía que se clava, que engancha, que estremece, que hace vibrar, que hace sentir, que araña y seduce y grita y acaricia y tiembla, crear un espacio de poesía que es más que poesía. Buscar la luz desde la sombra, beber los versos que se quedan pegados de la barra de un bar, limpiar los desencuentros, afianzar la búsqueda.


No es un recital de poesía al uso, no voy a coger un folio lleno de palabras para limitarme a ir desmenuzando lo que dejé escrito. 
 Habrá versos, acordes, huracanes, silencios a gritos, música, rescates, sombras, susurros, canciones, voces y miradas y cuerpos que se mezclan y se comparten sin siquiera tocarse.
A la poesía le acompañarán músicos que le darán cuerpo y luz a mis palabras, y otras voces que se desordenarán junto a la mía.
Habrá poesía con música, y música y poesía a secas, para comer en crudo. No solo vas a escucharnos, vas a sentir con nosotros".


Quiero que todo el que vaya se sienta parte del poema, que se introduzca dentro de él y pueda olerlo, tocarlo, saborearlo... Quiero ensuciar Málaga de poesía durante un ratito. Y quiero que esto sea solo el inicio