miércoles, 19 de junio de 2013

Golpe de alas.





Por si no lo has notado,
todo esto se mueve.

Este instante
gira
dentro de otro.

Por si no lo has notado,
sigo aquí.

Camino deprisa
por los pasillos de un hotel
donde no tengo ninguna habitación reservada.
Abro las manos 
para dejar caer 
un grano de arena 
sobre el mar.


Piso el acelerador.


Introduzco el alma
hasta el final
de la última copa,
la introduzco
por si alguna vez
consigo salvarme
besando a dios
en el último sorbo.


Piso el acelerador.


ten cuidado,
que el mundo resbala.
Un animal babea
en los vértices de mi cuerpo.
Pondré el corazón a juego,
a cuatro patas.



Piso el acelerador.

No espero nada.

Lo espero todo.

Piso el acelerador.



Si pudiera atravesar este grito,
como quien atraviesa 
un laberinto con las luces apagadas,
si pudiera clavar 
los colmillos
en este grito que tiembla
y suda a los pies de mi cama,
y no tiene principio ni fin ni forma,
y no viene de ninguna boca.

Si no estuviera 
perdiendo el control
de manera consciente.

Si la realidad no me desbordara
de tanto recordarme mi nombre,
mis lunares, mis arañazos,
mi vacío.



Piso el acelerador,

piso el acelerador,

piso el acelerador.

Suelto el volante.



Y ya está.



¿Y ya está?



Silencio.



Se supone que 
nadie escucha
el   de  a l a s .



viernes, 14 de junio de 2013

viernes, 7 de junio de 2013

Baila.





siempre espera
la última canción.

baila 
sobre un espejo.

de vez en cuando,
por inercia,
mira al otro lado de la cama.

baila
sobre una imagen
que no deja de repetirse.

el tiempo le rasca la espalda
y nombra cosas
aunque no sepa 
qué nombre darles
o si tienen nombre.

baila,
baila sin poder parar,
baila
sobre los relojes
y le susurra bajito:
vamos, vístete rápido
que la vida nos está esperando
en alguna parte.

una mano sedienta
se aproxima 
acariciándola
por encima de su piel.

baila, baila, baila,

y una flor orina sobre su alma

mientras todos se van marchando.



a lo mejor 


algún día



será ella quien regrese




por primera vez.