lunes, 2 de noviembre de 2009

rojo.



Labios rojos, manos rojas, coágulo en el sentimiento.
Se tiñe tu silueta. Las sombras comen entre tus piernas y mientras tanto aprovechas
para estirar el cuello entre cientos de palabras mojadas, y te alejas, devorándote, mientras los olores se evaporan en tu pelo, mientras maquillas inútilmente eso que llevas tatuado, delineado en los huesos.
Labios rojos, manos rojas, erupción.
Magma derretido en el colchón donde descansa tu alma.
Y una galaxia, tintada de rojo, escondida, mezclada con la sangre
y sangre si el poema es un puñal y si engulles cada estrella ansiando
vomitar la luz
e irradiar, desde el centro ingrávido de ti,
todos los amaneceres a los que no estás llamada a asistir,
anticipándote a las penumbras que no conquistarás.
Besando en los labios, rojos y descarnados, todo lo que no será tuyo.
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1 comentario:

  1. pues dice mucho cris.
    bonito poema.
    jeje. como dices "ese tipo de poemas le llegan a la gente"
    bonito poema.

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