lunes, 26 de noviembre de 2012

Marilyn, esa muñequita de ojos tristes.



Este fin de semana tuve mi momento Lluvia de estrellas particular, dentro de ese "domingo de cine" que tuvimos en La Rebotica. Por unos minutos, me sentí un poco Marilyn Monroe. Algo así:



10 comentarios:

  1. Me gustó ese punto de vista desde la propia Marilyn. "Pero no me invitan a tomar café..." algo se me rompió a la altura de ese verso.

    Y bueno...el resto ya lo dijiste tú.

    Plas, plas, plas. (Aplauso virtual)

    Abrazos K.

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  2. Sabrás que desde pequeño he sentido fascinación por esa mujer..Marilyn Monroe, acaso una de las mujeres más bellas que supo conocer el mundo en estas últimas épocas.
    Siempre me dio la sensación que buscó el amor con inocencia e ingenuidad, en los lugares equivocados. Imagino que de haber charlado con Ella, hubiese confirmado que su alma era más transparente que su escote.

    Fue un vilano al viento...

    Y se nos fue...

    ¡Hermosos versos K! Muy dulce ambiente se percibe en el video :)

    ¡Besos!

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  3. Gracias.
    Por estar.
    Por ser.
    Por compartir.

    Un abrazo.

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  4. ¡Claro que sí! El ambiente es mejor sentirlo en persona...lo imagino. Y de todas maneras, la vida tiene tantas vueltas... quizá una de esas tarde de domingo...quién dice...

    :)

    ¡Besos K!

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  5. Me acabo de enamorar. De ti, de Marilyn, de la eternidad de tus palabras.
    Bravísimo, y me quedo corta.

    Muaac!

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  6. Bravissimo, no me puedes ver aplaudiendo pero lo estoy haciendo lol

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  7. Muy valiente subirse al estrado.
    No te imaginaba con esa voz viviendo en Málaga!

    gracias por pasarte!

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  8. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  9. Querida K.


    Escucharte,durante el camino que va de tu boca al mundo, es como sentir la tormenta.

    Quería dejarte este poema que he leído hace poco:

    Muchas veces soñé que me acostaba
    con mujeres fatales en insolentes noches
    de vino y persecuciones en coche,
    con huidas y besos y manos que subían
    debajo de sus faldas despeinadas.
    Pero al fin descubrí que esas mujeres
    complicadas y extrañas,
    de piernas de milagro y ojos intoxicados,
    de caderas de escándalo y tacto fácil
    -tan admirables siempre en las novelas-
    suelen tener una vida real, y una cama cierta.

    Disculpa por ocupar tanto espacio.



    Enhorabuena.

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