Ahora
la excavación es necesaria.
Pretendo saber qué hay
en el fondo de esta acumulación pegajosa
de sentimientos,
de carreteras entrecruzadas,
de balas
de doble sentido.
Ahora
hablo
de darse golpes,
de echar de menos,
de no estar de más,
de sentirse perdida
y propiciar encuentros,
de darle un sorbo
al café hirviendo,
de tener ganas de luz
y también miedo,
de avanzar, retroceder,
de silenciar el silencio,
hablo de mirarte por encima de
la barra
y beber de tus ojos
la penúltima copa de luz
(siempre la penúltima).
Hablo de destrozar
cualquier unidad de medida,
Hablo de esa criatura
torpe y flaca
que quiere alimentarse de vida
y no tiene ninguna forma, regla
o definición establecida.
Hablo de follar, desear, leer,
escribir poemas.
Hablo
de estar dentro
de algo.
Ahora
no soy yo
quien va a permanecer inmóvil,
aquí,
como si hubiera un adverbio
de espacio o tiempo
lo suficientemente fuerte
como para por sostenerme.
Ahora
pretendo saber qué es esto,
pretendo saber quién eres,
pero, sobre todo,
ahora
pretendo saber
quién soy.
A veces es necesario acelerar para poder frenar en las curvas y no perder el rastro de uno mismo en los espejos retrovisores.
ResponderEliminarCuídate.
Es posible que nunca sepas quien eres, un poeta es tan grande cuando es grande, como tú, que le tiene que costar reconocerse.
ResponderEliminarYa estás dentro de algo. De la vida en su máxima expresión. Y de la poesía.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bonita oda al carpe diem. :)
ResponderEliminar¡Me encanta!
Hablás, como saliéndote de vos misma. Brutalmente hermoso. Un abrazo.
ResponderEliminarEntonces, ahora te toca vivir :)
ResponderEliminarHay momentos para todo y el cambio de marcha que siempre sea para acelerar, recular nunca pero sobretodo siempre hay momento para la poesia
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