a veces siento como si nada de esto fuera real.
como si fuese a abrir los ojos en cualquier momento para darme cuenta de que todo no ha sido más que un sueño, de que al despertar extenderé mi mano y tu aliento
me esperará unos cuantos pasos más allá de mi cama.
que debo saltar, que debo cruzar esta línea y, disimuladamente, seguir creyendo que tú seguirás estando aún al otro lado.
aunque diga que no, aunque intente decir que no o aunque quiera o aunque únicamente no pueda negarlo.
disimular que recorro esta carretera a oscuras con un lápiz y un papel entre las manos, con el alma mirando de reojo hacia los lados, girando en espiral hasta llegar
al centro del laberinto
donde esté la salida,
donde estés tú.
a veces creo que todo esto no es más que una pausa.
que he apretado algún botón sin darme cuenta y sigo, con los ojos abiertos, sigo, con el cuerpo a cuestas, sigo, pero no estoy aquí, estoy allí dondequiera que me aguarde
el despertar, ese despertar, el latido de un corazón que se agita con prisa bajo el pecho, que recoge poesías a urtadillas de la realidad...
despertaré, lo sé, despertaré para darme cuenta de que todo esto es un sueño y de que al final, al abrir los ojos, la primera luz que ilumine mi habitación y mi alma
no será sino tu mirada.
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