sábado, 25 de julio de 2009

Aire quemado.
Aire.
Lenguas de fuego,
saliva en las manos.
Aire.

Inspirar el deseo,
succionar el sueño,
uno tras otro,
uno tras otro...

Engullir las promesas con angustia,
con recelo,
protegiéndolas del aire
y del quemazón del tiempo.

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