martes, 23 de febrero de 2010

nulo sentido de la orientación.




¿sabes qué? está bien, estoy bien. simplemente. repítelo mil veces por ahí, dibújamelo en el aire, escúrrelo en el cielo, moldéalo en tu cuerpo, en cada una de tus miradas y tus gestos. qué vas a decir, repítelo mil veces por mí. sostenlo entre las manos hasta que se te haya escapado por completo, hasta que se hayan disuelto sobre tus pies las últimas gotas de palabras.

no puedes ser sincera cuando no entiendes nada y por lo tanto nada es lo que tienes que decir, no puedes decir nada cuando no hay nadie que pueda edificar sobre la niebla, sobre el vapor del que están hechos los días. ojalá pudiera, ojalá crease algo, ojalá tocase algo de verdad con el alma y con las manos, ojalá pudiera dar una razón, un nombre, pero siempre es tan complicado... así que no hagas inventario, no seas consciente de unos cuantos miles de kilómetros más lejos de ti y más cerca de algo. de más olvido. de más vueltas en la cama, más espirales, más terremotos. de menos tiempo para todo. del café y el camino edulcorado. del mismo miedo.

todo tiene ese color. será que lo tienes dentro y lo arrastras contigo, y lo vas empapando todo a tu paso, y lo devoras, y consumes rápido el mundo y lo llenas milímetro a milímetro de ese color, todo, toda tú, todo el todo, todo nosotros, todo ellos. ojalá pudiera, ojalá tocase algo de verdad con el alma y con las manos, ojalá pudiera dar una razón, un nombre, pero siempre es tan complicado...
todo lo tiene, ese color, todo lo retiene, todo lo invoca. y no, no es azul...







Preguntas - Ismael Serrano.

Maldigo y preguntas
por qué frunzo el ceño,
por qué las auroras
me dejan el pecho
lleno de agujeros.
Quizá sea la noche abriéndose
como una terrible flor.
Quizá sea el maldito telediario,
o una mujer sin su voz
a la que acorrala el miedo,
el silencio atronador,
un febril planeta
entre fuegos y tormentas,
un niño cortando palma
en una oscura selva,
la cola del paro, el fin de mes,
tu ausencia, todo lo que no haré
Maldigo, y me dices
basta de lamentos.
Disculpa te digo
quizá sea el sueño,
la falta de sueños.
Será que la casa, sin ella,
no es una casa, es un erial,
y mi voz sin su voz,
arañazo en el cristal,
o la carta de un hombre
que echa de menos su hogar.
Quizá alguna despedida,
los recuerdos, sus heridas,
Gaza golpeada,
humo y llanto en sus cenizas
Será el mundo alumbrando horrores
y yo sólo ofrezco maldiciones.

3 comentarios:

  1. hoy, en especial hoy, me gusta el texto, fíjate :)

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  2. ¡Qué lindo texto! Pero que sea azul, ¿si? :) ¡Hacelo azul, che! :D

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  3. Me ha gustado mucho, me toca. A veces, cuando todo sale mal y sólo puede mejorar miro al cielo, pero sigue sin ser azul. Sigue teniendo ese color.

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