Llego en el momento más inoportuno.
Llego cuando ya no estás,
cuando ya te has ido.
Llego y no me encuentro
y no me sorprende
deambular deshabitada por una habitación sin paredes,
por una tormenta sin color,
por una mirada sin nombre.
Llego y me engulle el quejido de las gaviotas,
de los barcos que zarpan sin mí,
de las olas que no esperan mi abrazo,
y entonces olvido cómo volar,
cómo caminar,
cómo decir las palabras adecuadas,
cómo marcharme en el instante preciso,
cómo emitir un movimiento
que no sea equivocado.
.
Desestabiliza llegar tarde... pero tenemos que intentar no olvidar todo eso que tu dices que olvidas!
ResponderEliminarbesos guapa