sábado, 26 de septiembre de 2009

La bitácora de la Libélula *2*


A veces… qué diablos digo, ahora no tengo por qué negar lo evidente… siempre, siempre, siempre, siempre te veo, siempre te siento, siempre te oigo, siempre me abrazas cuando busco aliento, siempre ruedo en tus palabras cuando necesito voz, siempre me desnuda tu nombre cuando recuerdo; vas deshaciendo mis costuras, vas lamiendo mis heridas, vas deslizando cada átomo de ti por la galaxia que me envuelve y juntos tejemos el firmamento, y siempre acabo encontrándote cuando busco un pedazo de sueño. Siempre, siempre, siempre…

Quiero que seas feliz, por favor, mi libélula azul… prométeme a mí y al resto de tu vida que lo harás, porque quiero que seas tan feliz, tanto, tanto… quiero que seas todo lo feliz que yo no puedo serlo sin ti. Quiero que seas feliz con alguien, todo lo que yo no puedo ser contigo… lo digo ahora y lo diré siempre, convencida de que en estas líneas no socavará el vacío; lo repetiré porque lo siento y lo seguiré sintiendo, ahora que he dejado de ser discípula y me mudo de piel pero no de corazón, ahora que he descubierto a los sentimientos desnudos como quien descubre al ladrón en pleno atraco de sueños, ahora que soy capaz de distinguir una a una las partículas que componen una leyenda inacabada, ahora que la calma y el caos oscilan en las vértebras de las horas rotas, ahora puedo decirlo, ahora puedo entenderlo…
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3 comentarios:

  1. Genial Kris, quien dijo que segundas partes nunca fueron buenas ^^.

    Entendero es bastante dificil, pero hay que seguir caminano entre piedras y rosas depende del día claro.

    En fins, yo si que entiendo el texto la verdad, ains, a mi manera claro.

    Besitos! Ey! Asómate a la ventana! ¡LLUEVEEE! :)

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  2. Kristel:

    Siempre se agradecen tus comentarios en mi blog, porque siempre tu opinión hace algún aporte valioso en Ángel Poético, como en esta ocación.

    Como de costumbre, coincido con lo que me decís. Lo he reflexionado y le encuentro toda la razón.

    Saludos, Kristel.

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